Por Juan Alonso Romero
“Los partidos de oposición chocan por el método para definir a su candidato presidencial. El PAN pide un millón de firmas a cada aspirante, el PRD una consulta ciudadana. Todo mundo aspira y no se ponen de acuerdo, para sacar ya a su carta fuerte”. Prensa nacional.
SE ANDAN ANOTANDO
En esta aspiración por la candidatura para la presidencia del 2024, se andan anotando principalmente.
Por el PAN
Santiago Creel, Ricardo Anaya, Lilly Téllez.
Por el PRI
Beatriz Paredes, Claudia Ruíz Massieu, Alejandro Moreno – que busca meterse a esa opción -, Enrique de la Madrid y José Ángel Gurría.
Por el PRD
Silvano Aureoles
LAS FALLAS
Comentaremos fallas reales de la oposición, sus aspirantes y partidos. Porque quienes aspiran por parte de la oposición a la candidatura de 2024, son poco conocidos por la ciudadanía. Consecuentemente también por los electores. Tienen además con mediciones bien realizadas, bajas expectativas en la intención de voto a su favor para todas y todos ellos. Sus partidos de la posible alianza, se muestran ante la opinión pública muy fragmentados. No hay tampoco respeto de los aspirantes entre sí. En tanto los candidatos del partido en el poder, tienen ya más de un año promoviéndose en prensa, radio, televisión, pintas, volantes, espectaculares y en giras. Asistiendo a las campañas de gobernadores del 2022 y ahora del 2023. Haciendo giras de proselitismo por toda la República. Unas veces directamente a eventos de Morena, otras con motivo de dictar una conferencia o asistir a una invitación de los gobernadores de su partido. Registran los medios nacionales e internacionales, que las “corcholatas”, se manejan con mucho respaldo y protección de su partido y del poder. Con un INE que se ha quedado muy sereno.
OPINIONES
En prensa, radio, televisión, internet y en entrevistas, los especialistas opinan que mientras la oposición pierde el tiempo aún a estas alturas en definir el método para sacar a su candidata o candidato, el oficialismo y sus “corcholatas”, continúan promoviéndose, dándose a conocer y consolidándose. Que incluso están aprovechando ya la “cancha libre” que el INE les dio, para hacer abiertamente campaña. Como análisis y crítica sana, dicen los especialistas que la oposición ya gastó casi cinco años, sin trabajar en las opciones del método. Que aún al cuarto para las doce, no lo definen. Resultando ser esto en su propio perjuicio. Con un daño que de cerca se ve casi irreversible. Pues habrá candidata o candidato entre septiembre y noviembre del 2023. Eso marcaba desde hace un año y meses una línea roja para la oposición. Misma que esta no vio o no quiso ver. A estas alturas aún no ve, o lo peor, parece que no le interesa ver.
LOS GOLPES
Lilly Téllez dice de Santiago Creel, que este no ha ganado nunca una elección. Santiago Creel callado, solamente aclara, que él no ha impulsado nunca la recolección del millón de firmas ciudadanas, que exige Marko Cortés el líder de su partido. El MC que ha funcionado apoyando a la oposición en la cámara de diputados y en el senado, dijo por conducto de uno de sus aspirantes, Salomón Chertorivski, que “con el PRI ni a la esquina”. En tanto que el polémico líder nacional del PRI Alejando Moreno, tachó al MC de ser un esquirol y que además ayuda a Morena. Estas pugnas dignas de luchadores rudos, no abonan en nada a las opciones de una alianza fuerte. Menos aún dan una imagen positiva a los militantes de los tres partidos – PAN, PRI y PRD -, pero tampoco acercan al MC a que sea una fuerza posible en esa alianza. Mostrando desorden y mucha improvisación en el liderazgo de los tres partidos de la alianza opositora.
MORENA
Morena camina con muchas ventajas de tener a la mayoría de las gubernaturas en su poder. El poder federal, la mayoría de los congresos locales y una cantidad importante de presidencias municipales. De tener la Capital del país y muchas de sus alcaldías. Sumando además la dinámica presencia del poder ejecutivo federal. Lo que lo convierte en favorito en todas las encuestas rumbo al 2024. Como para repetir el triunfo en la presidencia de la República. Todo esto, a pesar de que las tres corcholatas más fuertes, aspiran cada una de ellas a quedarse con la candidatura y esto necesariamente genera roces y distanciamientos internos. Pero una vez que se decida quien será, se ha dicho, que todas y todos, se alinearán con la candidata o candidato, rumbo a retener la presidencia en el 2024. Si así lo hacen, su proyecto se fortalece y consolida más en lo interno y en lo externo. Abriendo mejores opciones para decidir los espacios para quienes no quedaron en la opción de la presidencia. Pero igual, para ir decidiendo candidatas y candidatos en lo federal – diputados y senadores -, en lo local y en los Ayuntamientos.