Por Juan Alonso Romero
“La competencia electoral, es la acción ordenada y simultánea de dos o más partidos, encaminada a ganar cargos de elección para sus candidatos, conforme a lo establecido por las leyes electorales”. Literatura electoral.
LA LEY
La base de toda elección, se encuentra contenida en la constitución general de la República y de las leyes que de ella emanan. Mismas que tienen fuerza obligatoria en todos los procesos electorales.
Para la entidad federal electoral, el INE.
Los partidos políticos.
Las coaliciones.
A todas las candidaturas de naturaleza federal, de mayoría o plurinominales.
En lo local, norman a los Institutos Estatales electorales, partidos y coaliciones.
A todas las candidaturas de naturaleza local. Tanto de mayoría, como a las posiciones plurinominales.
Ese fundamento, está en los artículos 35, 39, 40, 41, 99, 116 y 122. Donde de manera clara y precisa, se dice del que hacer en todo proceso electoral, tanto federal como local.
LAS ETAPAS
De todo ello se derivan las etapas de los procesos electorales – sine kuá non – sin lo cual no se pueden celebrar. Siendo pues estas etapas necesarias, indispensables como elementos básicos de todo proceso electoral.
Preparación de la Elección.
Jornada Electoral.
Resultado y declaración de validez de las elecciones.
Dictamen y declaración de validez de la elección.
PRINCIPIOS
La competencia electoral, está normada por principios electorales, cuya finalidad sirve no solo para interpretar las normas, sino que también para alcanzar la proyección normativa. Esta última permite que aquellos sean desarrollados tanto para el legislador, como para el juzgador. Estos son los principios rectores.
Certeza, imparcialidad, autonomía.
Legalidad, objetividad, independencia.
Mismos que le permiten orientar su actuar a quienes integran al INE, como a los Institutos estatales electorales. E igual a los legisladores, como a quienes ejercen el poder judicial federal o estatal electoral.
LA CIVILIDAD
En toda competencia política y la electoral, es parte de ella, es necesario el manejo de la civilidad. Que tiene que ver con dos aspectos muy importantes para partidos, dirigentes, cuadros, candidatos, funcionarios o gobernantes.
La cortesía, que es parte de la educación general y política.
El respeto y cumplimiento de las normas establecidas por la sociedad. Que también abarca educación general y política. Siendo además el respeto a las normas, obligatorio para todo mundo.
Estos dos aspectos de la civilidad, que comprende educación general y política, favorecen a la convivencia y a la participación de las personas en la competencia electoral.
Pues la civilidad está relacionada con aspectos muy importantes para toda sociedad. Se refiere a buenos ciudadanos con valores. Que además demuestran estar comprometidos con el desarrollo sano de la sociedad. Manejándose con identidad y pertenencia, por un lado. Personas abiertas al diálogo y a la búsqueda de acuerdos, para el logro del bien común.
TODO NORMADO
La competencia electoral moderna, descarta todo tipo de intromisión del Estado o de los gobiernos o gobernantes de cualquier nivel. Nada de imposiciones, ocurrencias, polarizaciones o discrecionalidades. Todo el proceso electoral de principio a fin, está normado por la constitución general de la República y las leyes que de ella emanan. Hay un árbitro nacional o estatal imparcial y existen los recursos para ser invocados ante tribunales locales o federales competentes.
De tal manera que cada partido o coalición se maneje de acuerdo con lo establecido por el INE o por su correspondiente Instituto estatal electoral. Sin injerencias ajenas a la normatividad electoral. Exponiendo cada partido o coalición, su plataforma electoral a los votantes, sin uso de recursos públicos. Manteniendo todos los competidores, el orden y la paz social. Sin amedrentar o eliminar físicamente a los candidatos o candidatas. Igualmente, sin hostigamientos a los partidos, a sus cuadros o militantes. Con cero injerencias de los funcionarios públicos en las precampañas o en las campañas.