Por Juan Alonso Romero
LAS INCONFORMIDADES
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, reflejó – al decir de él – en una entrevista de banqueta, que Beatriz Paredes, va abajo en las encuestas en relación con Xóchitl Gálvez. Eso no sólo lo ha dicho él, lo han publicado hace días, todos los medios de circulación nacional, basados en las encuestas conocidas. Circunstancia veraz, objetiva e irrebatible, para no proceder a buscar engaños. Sin favoritismos para nada, ni para nadie. En los proyectos en común, declinar en favor de quien estás mejor posicionado, es lo sensato, abandonando la mira personal. Para de verdad trabajar en equipo, abandonando la tentación de presionar para obtener el logro de un o una aspirante.
Interpretando la realidad, lo hizo, para que el personaje que participa a nombre del tricolor, no rebase la posición del partido y la de su dirigencia nacional, al conocerse el resultado que todo mundo espera. Como ya sucedió antes con el Senador Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, quienes protestaron en los medios nacionales, desconociendo su resultado correspondiente y poniendo en peligro la participación del PRD en la alianza opositora. Pretendiendo, además – quizá – descalificar el método, el proceso e incluso a la comisión responsable de ambos. Desbarrancando todo un proceso que de antemano conocían y se les había explicado.
El hecho de que la interesada aún a sabiendas de que no le alcanzará para ganar su aspiración, publique un documento afirmando que continuará en la contienda interna, así lo señala. Pues siempre hemos visto, que el que aguanta un proceso hasta el final, siempre pone sus condiciones al margen de la posición que tenga su partido. Sacando con ello, notables ventajas a la hora de negociar su retiro. Esto es común en la práctica de hacer política en México. Así se ven al menos, los dos invitados al proceso de Morena, que son militantes y cuadros de dos partidos aliados a ese partido dominante actualmente. A quienes se les ha visto muy lejos de las preferencias ganadoras en las encuestas. Pero que se mantienen para buscar su negociación personal.
EL COMPAÑERO PRESIDENTE
Uno de ellos, afiliado al PT, incluso antes de la convocatoria interna de Morena, sin estar afiliado a ese partido, recurrió a los medios de comunicación, pidiéndole “al compañero presidente”, ser incluido en esa lista de las “corcholatas”. Sin ser de ninguna manera él, una de ellas. Pasó igual, con un cuadro del PVEM, para tener adentro de la opción – muy lejana para ellos – de esos dos partidos aliados a Morena. Aunque distantes, muy distantes de la decisión final y de las encuestas. La mira visible para los analistas políticos de estos dos personajes, es el peso que tendrá su negociación a la hora del reparto de oportunidades.
EL DÍAS 3 DE SEPTIEMBRE
No es que el día 3 de septiembre se haya adelantado, o que el presidente del CEN del PRI haya enloquecido, sea indiscreto o haya tenido falta de respeto a su cuadro en contienda. No, los números ya se ven en esa alianza PAN, PRI, PRD. Desde temprano los han mostrado analistas, comentaristas políticos, mesas de las televisoras con reflexiones políticas, las emisoras en cadena de radio y hasta el internet. Es sano, que a la política se le vayan quitando poco a poco, los ocultamientos de realidades más claras que la luz del día.
MONSTRUOS SAGRADOS
México ya no aguanta más los mensajes rebuscados de los políticos o de los partidos políticos que tergiversan, manipulan u ocultan la verdad. Manejándola al antojo de los viejos liderazgos que se han manifestado siempre como “monstruos sagrados”. Mensajeros de viejos tiempos y prácticas que ya no aceptan más los electores. Que chocan con el pensamiento más abierto de las nuevas generaciones.
LA PARTIDOCRACIA
Los sondeos de opinión, las entrevistas, los foros y la literatura política moderna, nos dicen que la ciudadanía, no acepta ya a las partidocracias. A los Comités Nacionales de los partidos, que se repartían y pretenden aún repartirse las posiciones plurinominales. E igual, imponer en puestos de elección popular a sus cercanos. Los resultados electorales, son claros sobre este tema. Ese fue el famoso “hartazgo del 2000” hacia el PRI, que propició la alternancia política.
Para que ganara la presidencia de la República Vicente Fox.
Luego 6 años después ganara Felipe Calderón. Ambos por el PAN.
Generándole al PRI muchos reveses que aún no paran a nivel local, regional y nacional. Es hora, de que el PRI aprenda. Para que nadie que aspire y no llene plenamente su espacio, no busque a cambio la candidatura por la Ciudad de México. Como parece ser que también pueda suceder con los contendientes de Morena.
LA UNIDAD
Nadie le desea divisiones a ninguna de las dos alianzas. Pues la lucha política es mejor que se dé abierta, clara y sin trucos, entre dos fuerzas visiblemente opuestas. Con dos visiones de proyecto de nación. Para que sean los electores, los que en 2024 decidan quien tendrá la presidencia de la República y las nueve gubernaturas en juego. El Congreso de la Unión, todas las cámaras de diputados locales, menos la de Coahuila, que ya se eligió. Las presidencias municipales también y las alcaldías de la Ciudad de México.
A ningún mexicano debe de interesarle un país polarizado, enfrentado, confrontado. Porque la polarización, permite la ruptura de la moral social, pública y privada. Que facilita la penetración de la violencia en la sociedad. Nadie quiere enemigos, porque el enemigo, trata de eliminar al otro. En política sólo hay contendientes, donde uno busca simplemente de manera legal, legítima, ganarle al otro.