Por Juan Alonso Romero
“Auguste Comte nació en Montpellier, Francia el 19 de enero de 1798. Estudió en el Lycée Joffre y en la Universidad de Montpellier. Fue un filósofo y escritor, que formuló la doctrina del positivismo. Se le considera por parte de filósofos, científicos e investigadores, como el primer filósofo de la ciencia, desde el punto de vista moderno”
LOS TRES ESTADOS
Él plantea la existencia de tres estados del conocimiento humano.
El estado teológico. Que como sabemos está ligado a la búsqueda de una divinidad o de un Dios.
El estado metafísico.
El estado positivo.
En base a este tipo de conocimientos, asume como conocimiento real a la ciencia empírica-formal. De esta manera, establece a la acción del pensamiento como vía para llegar a la coherencia social. Sentido común, raciocinio, eliminación de las pasiones y ambiciones. Respeto pleno a la o al que sí sabe.
Es decir, lo que hacemos, debe tener una directriz que pueda ser tratada y demostrada mediante la experiencia comprobada y la demostración real. Que puede suceder mediante las matemáticas o la experimentación en laboratorio. Eliminando de esta manera a la herencia de la edad media, que creía a pies juntillos en la magia, la brujería y el origen de la vida por generación espontánea.
SU INFLUENCIA
En México y en el mundo, su influencia estuvo presente en los siglos XIX y XX.
En la psicología.
La educación.
La sociología.
En la investigación científica.
SU VISIÓN
Él proclamó una verdadera reforma social, orientada a una sociedad gobernada por científicos. Es decir, por gente que adonde fuera, no llegara improvisado, sino que conociera a fondo lo que iba a hacer y a desempeñar.
Eliminando con ello las improvisaciones.
A los ocurrentes y a la falta de planeación.
A todos los líderes o empresarios, que actúan por ocurrencias o por discrecionalidad. Por corazonadas.
Entendiendo que todo: ciencia, tecnología, educación, investigación y toda actividad humana, tenía que realizarse con un plan sólidamente investigado y comprobado.
Al ser así, se evitan desperdicios de esfuerzos, tiempo y recursos para un ser humano, empresa, universidad o gobierno.
COMENTARIOS
En los comentarios académicos, científicos o de diversas profesiones, escuchamos hablar del positivismo y de su creador. Que fue Augusto Comte.
En sus escritos y comentarios, establece la unidad indisoluble entre ciencia y política. Porque de esta manera, se tendría a políticos bien informados, capacitados y verificados por expertos. Para que dieran sus mejores resultados a la comunidad.
Sobre este tema muy de actualidad, el piensa que la crisis en política o en la moral que viven en su momento las sociedades, es una manifestación del estado de anarquía intelectual. El esperaba que estas fallas, tienen medidas de corrección.
Con la difusión del conocimiento científico.
La instrucción popular – al pueblo en general, sin distingos – en las ciencias.
El acceso equitativo a la riqueza.
Para lograr así una sociedad pacífica.
HEREDERO
Auguste Comte coinciden los expertos, es el heredero del conocimiento derivado de la ilustración, que terminó con la etapa de la Edad Media. Que si bien no fue todo oscuridad, si tuvo muchas desviaciones hacia los fanatismos, las cerrazones, las supersticiones y muchas veces, hasta la negación de la ciencia.
Hay que destacar que el desarrollo y avances en el Siglo XIX, permitieron darle relevancia al positivismo.
Muy importante en relación a la relevancia que tenía la ciencia en el Siglo XVIII.
Eso trajo esperanzas que aún no se cumplen. De que la ciencia podría abarcar todo el amplio espectro de la realidad natural y humana.
Sustituyendo a todo tipo de “conocimiento”, que luego resulta que no lo es.
LOGROS
De esta manera se lograrían tres avances importantes en las sociedades. En su pensamiento. En el enfoque de sus necesidades, decisiones y soluciones de sus problemas.
Progreso Científico.
Progreso Cultural.
Progreso Social.
Temas de los cuales continúa hablando la academia, la empresa, la sociedad y la política.