Por Juan Alonso Romero
“La justicia es un valor que inclina a obrar y juzgar, teniendo por guía a la verdad y dando a cada uno lo que le pertenece. La justicia como valor democrático es un nivel que se desea alcanzar y está vinculado estrictamente al valor del bien general”. Literatura jurídica.
LA JUSTICIA
La justicia es un tema especializado. Por lo tanto, debe de ser analizado, valorado, pesado y medido por especialistas. Eso es en su contenido general, por ser una materia que está en el campo de la moral y de la ética. E igualmente el de la lógica y la filosofía, abarcando de manera muy especial, el amplio campo de las ciencias jurídicas. Como se ve, es todo un conocimiento especializado. Materias que no son – desgraciadamente – del dominio general o común. Sin que eso hable de excluir a las mayorías. Pues son ellas, las que serán las destinatarias. Es por eso, que su manejo requiere tratamiento muy especial. Al margen de utilidades, direcciones, beneficios o intenciones políticas.
UNA REFORMA
La mayoría estaremos de acuerdo en que se analice una Reforma a la Justicia y al Poder Judicial. Analizada y bien fundamentada por los expertos: de la academia, juristas, filósofos, barras de abogados e investigadores. Entregando una sólida propuesta, para llevar al Poder Legislativo, una necesaria y conveniente reforma al Poder Judicial. Donde tengamos a una justicia.
Honesta, impartida con imparcialidad y rectitud.
Manejando los valores de equidad, neutralidad y ecuanimidad.
Impartida con objetividad, honradez y honestidad.
Basada en la razón y la probidad.
De acuerdo con los estudios a fondo de lo que debe de ser la Justicia, los anteriores, son los valores morales, que todo sistema de justicia debe de tener en cualquier parte del mundo. En cualquier sistema político, sea régimen Republican0 o Monárquico. O incluso en los sistemas totalitarios a que se refiere la doctrina política, como es el caso de China, Rusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países más. Donde hay elecciones de estado, partido de estado y sistema centralizado por un partido único o bien, en un partido de Estado.
EL ESTADO DE DERECHO
El Estado de derecho, en todo el mundo, es el imán y el ancla. Imán porque atrae a la inversión extranjera directa, a la nacional complementaria.
Generando el florecimiento de las industrias, preferentemente las limpias.
El turismo.
El comercio.
Las finanzas.
Y los servicios en general.
Posibilitando la generación de riqueza y con ello, la captación más amplia de impuestos para los gobiernos. Haciendo posible dos acciones fundamentales en la economía de los pueblos-
El crecimiento económico.
Y el desarrollo económico.
Que vienen siendo imán y ancla, para que los pueblos prosperen y generen más y mejores empleos.
Más y mejor tecnología de punta, que facilite a los países su competitividad.
Con capacitación para tener profesionales y técnicos de primer mundo.
EL MUNDO MODERNO
El mundo moderno con conectividad instantánea en tiempo real, normado por el Derecho Internacional, los Tratados y los Acuerdos Internacionales, nos pide que el Estado en todo el universo, sea facilitador.
De la actividad económica, política y social.
Del desarrollo científico, académico y tecnológico.
Para que sean gobiernos como lo establece en su carta la ONU. Abiertos, democráticos, con Estado de Derecho comprobado y comprobable por la comunidad internacional. Con acceso a la información, transparencia, auditoria ciudadana, respeto a los derechos humanos y con rendición de cuentas.
No se necesitan ya en los tiempos modernos otro tipo de manejos. Porque las leyes deben de darnos imparcialidad a todos. Justicia a todos. Seguridad a todos. Incluso, protegiendo al ciudadano de los abusos de los poderosos del mundo civil, como del poder mismo.
Eso se debe de garantizar en una genuina Reforma.
Igualdad de todos frente a la ley.
Límites establecidos para el poder del estado y sus entidades de poder.
Límites para los manejos de los particulares.