Por Juan Alonso Romero
“En política, la polarización es el fenómeno por el cual la opinión pública se divide en dos extremos. Estrategia que comúnmente se usa, para ir disminuyendo o debilitando a un oponente”. Doctrina política.
EN ESENCIA
La polarización en física, como en la vida diaria, consiste en la separación de dos elementos de un determinado sistema, para convertirlos en grupos opuestos entre sí. Con razonamiento más práctico, consiste en establecer dos polos. Viendo con sentido común, que todos los polos son por naturaleza opuestos. Así en la realidad física o en la social, tendremos un escenario bastante claro, con definiciones antagónicas. De polarización, igual a generar división o separación. Segmentados de manera muy simple.
Los buenos. Que son los míos, los que están conmigo o piensan como yo.
Los malos. Son los que no están conmigo y piensan diferente a mí.
De esta manera práctica y sencilla, en física como en la realidad – social, laboral, ideológica o política – mi acción polarizante crea dos bandos. Dos polos que, al serlo, también tienen que ser opuestos. Atomizando y dividiendo a la sociedad, con las consecuencias catastróficas que ello trae consigo. De incitación a la diferencia y por lo tanto, a la confrontación.
EL CENTRO
En el mundo moderno, muchos de los partidos políticos triunfadores en las democracias, suelen elegir manejarse en el centro. Precisamente, para evitar el desgaste permanente con las confrontaciones. Son de centro derecha o de centro izquierda. Es decir, representan a una derecha o izquierda moderada. Que no se ubica nunca en los extremos y que son por lo tanto atractivos para un buen porcentaje de electores. A los que no les agradan las divisiones y menos las que vienen dirigidas desde el poder. Tal como suele suceder en los escenarios políticos reales.
LA DESPOLARIZACIÓN
En la vida cotidiana y en la política, el rumbo correcto de un Partido, Alianza o Candidato, es el manejo sensato, reflexivo y moderado de sus mensajes y propuestas. Para no chocar con el poder, con la iniciativa privada, los sindicatos, candidatos(as). Con los demás partidos, las iglesias o con los electores. Pues para despolarizar, necesitamos llevar las cosas a medir, pesar, analizar o debatir, sin fundamentalismos o sectarismos. Manejando con prudencia los intereses del oponente y acercándonos al justo medio. No aceptando confrontaciones, que puedan llevar al partido o al candidato, a los desgastes. Esta polarización se ha dado en Venezuela, Nicaragua, Colombia y Cuba, con consecuencias muy desastrosas. Los analistas, la ven ya cabalgar también en nuestro país. Sobre todo, en los análisis de comentaristas políticos nacionales y en los de académicos de prestigio.
LOS GRIEGOS
En la sabiduría de los pensadores y filósofos griegos, está precisamente el justo medio para tomar distancia de los extremos, para meditar y decidir. Dejando a un lado pasiones, discusiones estériles y confrontaciones. Sólo en física, se busca por razones prácticas y científicas, la división del átomo y de varios elementos. Es decir, la polarización.
Los analistas de los acontecimientos políticos del 2024 en México, calculan que hay un porcentaje del 35% o más, de electores a los que llaman indecisos, indefinidos o switchers, a quienes no les agradan los extremos. Que no aceptan, ni toleran las polarizaciones. Siendo por lo tanto este segmento, una reserva de votos muy importante para ganar una contienda electoral.
PARA CAPTARLOS
Estudios socio-políticos muy serios, les dan a partidos y candidatos la fórmula para ir por el voto indefinido. No aceptando la confrontación o la polarización, que siempre la acompaña. Ubicarse en el centro, para eliminar los fuertes colores y posiciones de los extremos.
En lugar de contestar ataques, descalificaciones y ofensas, irse por el camino sereno de las propuestas que los votantes necesitan. Estas propuestas son una demanda local, regional y nacional. Como el combate frontal a la violencia. Cero tolerancias a la impunidad. Combate frontal al crimen organizado. Cero tolerancias a la corrupción. Programas de salud de calidad Y mejora educativa. Generación de empleos bien remunerados. Atracción de inversiones para propiciar crecimiento y desarrollo económico.
CONTAMINACIÓN
Estiman los expertos en política y sociología, que el sistema de polarización, generalmente viene de una fuente oficial o de gobierno, interesada en fortalecer su proyecto político. Pero que una vez aplicada a la realidad, esta es muy contaminante. Pues puede convertirse en la práctica de operación política en un territorio determinado por muchos años. Rompiendo con la confianza y credibilidad en los individuos, las familias y de la sociedad. Que incluso al eliminar la práctica de la polarización, quedan restos de ella contaminando la vida privada, familiar y social de pueblos e incluso países. Es por ello, que, en respeto a los principios de la competencia democrática, es preferible eliminarla y desterrarla de toda participación oficial, de gobierno o de contienda política entre partidos. Definitivamente, de toda lucha electoral.