Por Juan Alonso Romero
“México se ha vuelto más cálido desde la década de 1960. Las temperaturas promedio a nivel nacional aumentaron 0.85° C y las temperaturas invernales 1.3° C. Se ha reducido la cantidad de días más frescos desde los años 70 del siglo pasado y hay noches más cálidas”. Cambio climático en México.
LA CRÍSIS
Como consecuencia, México está viviendo ya serias crisis en el abastecimiento de agua potable, no sólo para las grandes ciudades. Sino que también para el manejo de la industria, el comercio, la ganadería y la agricultura. La Nasa, en su sistema de monitoreo satelital, desde 2021, nos viene advirtiendo, sin que existan programas institucionales, para frenar esa realidad, “que había una sequía generalizada en México”. Nos dio datos sobre la realidad de nuestras presas, señalando que “cerca de 60 presas grandes, principalmente del norte y centro de México, están por debajo de un 25% de su capacidad”. También nos advirtió que “México se está acercando a una de las peores sequías generalizadas registradas”.
NECESITAMOS ATENDER
No hemos hecho caso, para realizar obras hidráulicas e infraestructura para captación de lluvias. Actividades de preservación forestal Y acciones de mejoramiento del medio ambiente. Con uso de energías limpias: eólicas, hidráulicas y solares. Freno programado al consumo de combustibles fósiles y detener la tala excesiva de nuestros bosques. Eliminando la contaminación de nuestros ríos, arroyos, ojos de agua, lagos, lagunas, marismas. Y humedales. Freno a la invasión de vivienda a las zonas de reservas naturales, como son los cerros y montañas en los entornos urbanos, las áreas de pastizales o de chaparrales y bosques.
CONTAMINADORES
México no está bien impulsando la explotación petrolera, que conduce a más uso de combustibles fósiles. Pues de 195 países que tiene el mundo, según registros de la ONU, México ocupa el lugar número 12 en la emisión de gases de efecto invernadero, que contaminan a nuestro país a al planeta. Esta estadística que es internacional y está bien evaluada, nos pone una advertencia.
Debemos de admitir pueblo y gobierno, que si somos un país que está contaminando y dañando al medio ambiente. Lo hacemos con la deforestación desmedida, la quema de combustibles fósiles en nuestras actividades diarias con el uso de autobuses, taxis, camiones y vehículos de carga, motocicletas, industria, comercio y servicios. No estamos realizando acciones y la infraestructura para revertir la emisión de gases de efecto invernadero.
NOS FALTA AGUA
Como consecuencia de todo esto y más errores, estamos ya viviendo una auténtica “crisis del agua en México”. Se nos están secando las presas que abastecen al sector agropecuario, pero que también nos brindan agua para el abasto de nuestras ciudades.
Lo ha vivido y lo continúa viviendo Nuevo León, no sólo con Monterrey y su zona conurbada. Sucede igual en Jalisco con Guadalajara y su zona conurbada. Con la baja del nivel del Lago de Chapala. Como en Michoacán con la baja de nivel de sus lagos de Pátzcuaro y el de Cuitzeo, como la escasez de agua en sus ciudades medias.
Igual sucede con la Ciudad de México y su zona conurbada con el Estado de México, en condiciones no sólo críticas, sino que de grado de alarma.
Lo vive Chihuahua en la capital, Ciudad Juárez y en varios municipios a nivel de agua para el consumo humano, la agricultura, fruticultura y ganadería.
Pero aceptemos la realidad, la escasez de agua, la viven todas las ciudades medias de todos los estados de nuestro país. Sea por la sobre explotación, contaminación o el daño severo a las fuentes de abastecimiento y recarga. O bien, por permitir el crecimiento de las ciudades, al margen de un plano regulador urbano sensato. Donde las colonias nuevas, ya escalaron cerros y montañas, dañando no sólo al entorno ecológico, sino además a la recarga de los mantos freáticos.
CONTAMINACIÓN
Las entidades oficiales de México, las internacionales y las privadas, nos informan una situación desastrosa.
Que el 70% de nuestros ríos, están contaminados por recibir las descargas de la industria, los drenajes y los desechos de granjas de diferente tipo. Independientemente de los residuos que reciben del uso de fertilizantes y pesticidas que se manejan en la agricultura.
Desgraciadamente, esta misma situación la tenemos en niveles parecidos o semejantes en lagos, lagunas, ojos de agua y marismas. Estas últimas convertidas en hoteles, moteles, bares, butaneros, cantinas y desarrollos habitacionales en la mayoría de nuestras zonas de costas.
NO SON LAS PIPAS
El reparto de agua en pipas, no es la solución a la distribución correcta de agua, ni para actividades comerciales, industriales, turísticas o para las colonias. La solución puede empezar ya, con la eliminación paulatina del consumo de combustibles fósiles, con el cuidado y protección de medio ambiente, por un lado. Por el otro, ir saneando gradualmente a los cuerpos de agua que hemos contaminado.