Por Juan Alonso Romero
“Toda aspiración, implica una meta, en la cual el que quiere el logro, se compromete a obtener un resultado determinado, en un espacio de tiempo. Este puede ser en el estudio, en lo laboral, económico o en lo político”. Literatura sobre desarrollo personal.
LOS QUE QUIEREN
En tratándose de aspiraciones políticas, todo mundo que milita en un partido político, busca la opción de una posición electoral, sea de mayoría o de representación proporcional. Esto es casi una regla, por parte de todos los cuadros de los tres niveles de los partidos a nacional, estatal y municipal. E incluso de sección electoral o seccional. Para posiciones de nivel federal, estatal o municipal. Sin descartar desde luego, a las posiciones de gobierno, de esos mismos tres niveles.
Para ello, en cada etapa previa a las elecciones, están pendientes de las Convocatorias los militantes y sus cuadros. Para entrar a las listas, con la calidad de aspirantes. Para luego, pasar a ser precandidatas o precandidatos. Esa es la puerta del poder que todo mundo procura, para entrar a él.
Esperando su registro – justamente – como precandidatos, para realizar en los términos que establezcan las leyes electorales, su actividad de precampaña. Todas y todos, afirman tener simpatizantes, seguidores y promotores. Así como ir en el primer lugar de las encuestas. Varias de ellas, que incluso pudieran estar enrumbadas a modo para la o el que aspira.
Sabiendo que al estar registrados como precandidatas o precandidatos, tendrán el pase seguro a la siguiente etapa, que es la candidatura. La cual los llevará a andar en campaña en busca del voto, por mayoría relativa. O también tener la opción de la representación proporcional. Esta última posición, muy codiciada por las dirigencias nacionales, estatales y municipales de los partidos. O bien, de quienes ya han sido y quieren continuar siendo.
LOS QUE INTENTAN
De acuerdo con el principio anterior, todo mundo dentro de los partidos políticos o como externos a ellos, quiere aparecer en las boletas electorales. Lo intentan por la presidencia de la República, como recientemente lo vimos con las coaliciones de Morena, PT, PVEM y por PAN, PRI, PRD. También vimos intentos fallidos de aspirantes a ser candidatos independientes, que no lograron reunir los requisitos establecidos por la ley.
Por el Senado y Diputados federales, lo intentan en ambas Cámaras que integran al Congreso de la Unión, para reelegirse. Igual sucede en todos los partidos, en todos los estados de la República y en la Ciudad de México, buscando la reelección.
Esto se da de la misma manera, en la búsqueda por las gubernaturas, la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, como por sus Alcaldías.
En los estados, por las diputaciones locales, presidencias municipales, sindicaturas y regidurías.
LOS QUE SI PUEDEN
Al final de todas estas posiciones de elección popular, vienen quedando las y los que sí pueden. Reuniendo condiciones, fortalezas y requisitos que marcan sus correspondientes partidos. Así como el nivel de los apoyos que se necesitan. Sumados al perfil que él o la aspirante tiene. Donde cuentan militancia, oficio y experiencia administrativa y política. Relaciones y peso político y otras condiciones que marca la coyuntura del momento. Puede incluso tratarse del azar o de la suerte.
EN LA COYUNTURA
En el hilo central de las decisiones, están los cercanos y cercanas al poder que decide en el partido. Como en las influencias que se tienen o se reciben desde el mismo poder. Los cercanos, son los cuadros que se manejan para los famosos “enroques”. De quienes salen de la administración pública, para ir a una posición de representación popular. O pasar de una posición de representación popular a otra. O bien, tener las condiciones para su reelección.
Esta situación de ninguna manera, debería asustar o generarle sorpresa a nadie. Esto suele suceder en la vida política de manera normal. Hasta tiene incluso, sentido lógico. Es más, tiene sentido común.
LA CONFIANZA
Las y los de confianza para los partidos políticos, o para quienes manejan el poder, suelen ser quienes más opciones tienen de aparecer como precandidatas o precandidatos. Porque en el ejercicio de la función pública o de la representación popular le demostraron a los que tienen poder de decisión, que son idóneos. Pues es difícil de esta manera, que los desconocidos o los muy recién llegados a una posición de poder o a un partido político, lleguen a las precandidaturas. Aun cuando puede haber raras excepciones.
SE ESTÁ VIVIENDO
Eso es lo que se está viviendo a nivel nacional, en todos los estados, para efectos de las Senadurías, Diputaciones federales, Diputaciones locales y Presidencias municipales. Como para Alcaldías en la Ciudad de México. Las Sindicaturas y Regidurías en todos los municipios de México.