LA POSADA DEL DIF ESTATAL 

Por Juan Alonso Romero 

“Las Posadas fueron creadas por los evangelizadores, en el año de 1587. Se usaron como un recurso religioso, que iniciaba siempre con una misa. En total eran 9 misas y 9 posadas. Las posadas fueron utilizadas para la conversión de los pueblos naturales. A ellas, se les agregaron las piñatas de 7 puntas, que simbolizaban a los 7 pecados capitales, contenidos en el catecismo de la religión católica”. Historia de las Posadas. 

EL DIF ESTATAL 

La presidenta del DIF Estatal, Dra. Beatriz Estrada Martínez y su esposo el gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro Quintero, encabezaron el lunes 18 de diciembre la Posada de todo el personal que labora en esa noble institución. A la cual se le conoce y reconoce como “El Corazón de tu Gobierno”, al DIF Estatal. La Dra. Beatriz le ha puesto organización, funcionalidad y sentimientos. Con una gran comprensión de las carencias de quienes más necesitan en las áreas urbanas y rurales de los veinte municipios de Nayarit. 

El ambiente fue totalmente familiar. Donde la presidenta de la asistencia social en el estado y su esposo, le reafirmaron su agradecimiento a quienes colaboran con buena disposición en el DIF Estatal. Brindándoles apoyo y servicios a las niñas, niños y familias del estado. Entendiendo que aun cuando reciben un sueldo, hay que realizar acciones que las familias más necesitadas, de verdad ocupan, para mejorar sus condiciones de vida. Las de sus niñas, niños, jóvenes e incluso de sus esposos. Y hasta de sus papás, que cruzan por la tercera edad, encerrada en una dura realidad económica y de falta de apoyos de salud. De esa forma, el DIF Estatal y su personal los atienden bien. 

A los discapacitados.  

A la tercera edad. 

A mucha población abierta, con servicio médico, dental, de prótesis, bastones y sillas de ruedas. Llevando hasta los veinte municipios estas esperanzas para cientos de beneficiarios. 

Con cursos de capacitación para el trabajo y de economía doméstica. De cultura de belleza, electricidad y más. En las escuelas, con los necesarios desayunos escolares. 

Ellas y ellos, atienden con calidad y calidez a los sectores más vulnerables de la población. Haciéndolo con comprobado espíritu de servicio y con calor humano. 

Transformando la vida de quienes más lo necesitan, a través de los diversos servicios y apoyos. 

SE COMPARTIERON 

En este grato evento, se compartieron momentos de reflexión, importantes para estas fiestas de invierno, que están muy arraigadas en las tradiciones mexicanas. Donde cada día es muy importante motivar y reactivar principios y valores. Ante un Siglo XXI que avanza alejándose de los sentimientos y entrando en la modernidad tecnológica.  

Se afirmaron compromisos con deseos de salud, paz, prosperidad y mejora, para todas las familias nayaritas. Afirmaciones que se necesitan en bien de los que menos tienen y más necesitan. 

LA TRADICIÓN 

En la tradición religiosa, existen en las posadas varios elementos. 

Se rompen las piñatas, que en origen tienen 7 puntas, que representan los 7 pecados capitales. 

Soberbia, Avaricia. 

Lujuria e Ira. 

Gula, Envidia y Pereza. 

Las nueve 9 misas y nueve posadas, representan los nueve días de camino, que hicieron José y María, para llegar a Belem, según la tradición, para inscribirse en el censo Romano. Donde se comenta que nació el niño Jesús en un pesebre.  

LA PRIMERA 

La historia religiosa, nos informa, que la primera Posada que se celebró en México, fue en el año de 1587. En el Convento de San Agustín Acolman y fue ordenada por Fray Diego de Soria. A quien se le considera como el creador de las Posadas en nuestro país. Él obtuvo el permiso del Papa Sixto V, para llevar a cabo la celebración de las 9 misas navideñas. Que van del día 16 al 24 de diciembre y que desde 1587, junto con ellas, en todas las iglesias, se fueron dando a conocer las posadas. Estas iniciaron así con un novenario de misas al interior de los templos. Con la ruptura de la piñata en sus atrios. 

LOS SÍMBOLOS 

Simbolizando el palo o leño con que se rompe la piñata, la fuerza del bien que Dios le da a cada ser humano, para atacar con vigor al mal y derrotarlo. Obteniendo los dones o premios que para los vencedores y quienes le acompañan, lo que traen las piñatas en su interior. Cacahuates, caramelos, frutas, dulces y en ocasiones incluso pequeñas pelotas o juguetes para los niños. En el México prehispánico, ya existían unas Fiestas Invernales. Eran en honor del Dios supremo de los Aztecas, de Huitzilopochtli, que se llamaban “Las Fiestas de Huitzilopochtli”, justamente. Los sacerdotes evangelizadores, al establecer las 9 misas, con sus 9 posadas, buscaron y lo lograron, borrar esa ancestral celebración de los habitantes del Valle de México. 

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